martes, 16 de septiembre de 2008

El perdón.

Una vez, me contaron una historia acerca del perdón. No he podido acordarme exactamente de las palabras que me dijeron cuando me la contaron pero era más o menos así:
"Hubo una vez, dos hermanos que se llevaban muy bien. Un día, uno de ellos, Juan, le dijo una frase de mal gusto al otro, Miguel, y éste le dio una bofetada. Juan, en lugar de enfadarse, escribió en la arena: Hoy mi hermano me ha dado una bofetada.
Al día siguiente iban caminando cerca de un río, con tal mala suerte, que Juan se cayó al río y no sabía nadar, Miguel, aún continuaba enfadado por la frase del otro día, pero creyó conveniente salvarle la vida. Cuándo Miguel rescató a Juan, éste último, escribió en una piedra: Hoy mi hermano me ha salvado la vida. Miguel, que no entendía nada, preguntó:
- ¿Por qué escribiste primero sobre arena y ahora escribes en piedra?
Juan respondió:
- Las cosas que no son importante, deben olvidarse, por ello, como no quiero enfadarme contigo, escribí lo malo sobre arena, porque la rena se la lleva el viento. Cuando regrese al lugar en el que lo escribí, el viento habrá movido la arena y ya no estará. Sin embargo he escrito lo bueno en piedra, para que no sea olvidado, lo que he grabado en piedra no se borrará."
Esta historia creo que la podemos comparar con la realidad. Pero lamentablemente, no somos cómo Juan, más bien al contrario. Si alguien nos hace algo malo, lo guardamos durante mucho tiempo y es muy difícil que nos olvidemos de ello. Pero si al contrario nos hace algo bueno, lo guardamos durante un tiempo, pero a veces nos olvidamos. Si discutimos con esa persona, no tenemos en cuenta lo bueno, pero sí lo malo.
¿Por qué ocurre esto? ¿Es bueno que ocurra de esta manera? ¿Por qué nos cuesta tanto perdonar? O quizás perdonamos, pero siempre guardamos dentro de nosotros, aquello que nos hicieron y que no nos sentó del todo bien. ¿Hasta qué punto es bueno? ¿No afectará esto a nuestra relación con esa persona? Muchos pensarán que tampoco es bueno NO acordarse de lo malo que te han hecho las personas, porque gracias a que te acuerdas de eso puedes decidir si una persona te conviene o no. Pero yo pienso que todos cometemos errores y en muchos de los casos es necesario olvidarlos para que no afecte ni a la relación, ni a nosotros mismos, porque con el paso del tiempo esto puede ser motivo de tener malestar en el cuerpo. ¿Me equivoco?

Besos.