jueves, 15 de enero de 2009

Dar gracias.

¿Nos hemos parado algún día a pensar en todo lo que tenemos y no agradecemos? Desgraciadamente, eso ocurre sobretodo en personas mayores y cuándo saben que tienen alguna enfermedad, entonces cambian y se vuelven buenas personas.
Últimamente, yo me he topado con muchos casos en los que siento tanta pena de las personas que encuentro, que no puedo dejar de agradecer a Dios de lo que hoy podemos disfrutar. El otro día me encontré a una niña que llevaba un pañuelo en la cabeza, así que deduje que tenía cáncer o una enfermedad dura, entonces a parte de pedirle a Dios por ella, le di gracias por estar como estoy ahora. Hay personas que no pueden disfrutar de la belleza de un paisaje, porque son ciegos, o no pueden oír una melodía o una canción con la que se sientan identificados y la que les ponga los pelos de punta porque son sordos, o no pueden expresar lo que sienten con palabras porque son mudos, o no pueden oler ninguna fragancia de ningún perfume, porque no tienen olfato, como la chica que llevó "El pocero", ese señor que es famoso por las fábricas que tiene y ahora lo es por ayudar a gente normal y corriente, como esa chica que sufrió un accidente en una fábrica, no podía viajar a E. E. U. U. y el pocero no sólo la llevó en su avión, sino que le pagó la operación. Ese hombre sí que se merece ser rico por todo el bien que ha hecho a los demás. Personas como él son las que alcanzarán la felicidad absoluta. Muchos de nosotros puede que no tengamos tanto dinero para ayudar a los demás, pero hay muchas cosas que podemos hacer. La más bonita y la que no debería faltar es el ser agradecido por tener todo lo que tenemos. Las personas que están enfermas, no desearon estar así, les tocó, como puede tocarnos también a nosotros, por eso debemos dar gracias, por disfrutar de buena salud y por las buenas oportunidades que se nos presentan en la vida.
Agradecer el estar vivos hoy día, sabiendo que mucha gente enferma muere en los hospitales cada día, el haber nacido sanos, ya que hay personas discapacitadas psíquicas y físicas, que se encuentran con muchas barreras en este mundo y nosotros tenemos la suerte de estar bien, el poder tocar y sentir, el tener una casa, unos padres que se preocupan y que nos quieren, el poder gozar de la televisión, el ordenador, una silla dónde sentarnos, una cama donde dormir y unas mantas con las que taparnos, un colegio al que asistir, unos profesores que nos enseñan. Amigos o conocidos con los que hablar ya sea en el instituto, o fuera de él… Hay tantas cosas que tenemos y que no nos damos cuenta de que existen porque estamos acostumbrados a vivir con ello… Pero creo que deberíamos ser considerados y saber que ¡muchos no gozan de lo que ahora tenemos nosotros! Y dar gracias continuamente, que no hace daño y de desagradecidos está el mundo lleno, nunca perderemos nada y ganaremos mucho.
La verdad es que va en la educación que has recibido, y si eres mayor aún es más difícil hacerte ver qué es lo que debes hacer, porque se va cerrando la mente, te centras en lo que tú crees y no escuchas a los demás. Ojalá sepamos coger siempre lo bueno y dejar lo malo de lado. ¡Dios nuestro, ayúdanos a ir por el buen camino, a hacer lo correcto! No dejes que nos influyan las amistades ni nada que sea para mal y que todo lo bueno venga a nosotros. Haznos personas buenas de mente, corazón, señálanos a aquellos a los que deberíamos ayudar y también a aquellos que nos pueden enseñar su ejemplo.

¡Gracias a todos!